Zara se alía con el New York City Ballet para seguir elevando su posicionamiento

Quitarse la tan rentable etiqueta de marca de fast fashion es uno de los principales objetivos de la nueva era de Zara, bajo la presidencia del grupo Inditex de Marta Ortega, quien asumirá el cargo esta próxima primavera. Si bien la enseña gallega cuenta con una notable trayectoria de inversiones en imagen de la mano de los fotógrafos y equipos creativos más emblemáticos de la industria de la moda, el salto cualitativo de su oferta (con su consecuente progresivo aumento de precios) a través de colaboraciones con marcas de diseño, personalidades del sector y del desarrollo de nuevas líneas y colecciones premium es relativamente reciente y se ha acelerado en los últimos meses. Un ejemplo más de esta estrategia para desmarcarse de la moda rápida no es otro que la colección que la marca acaba de presentar en colaboración con el New York City Ballet.

De la mano de la prestigiosa compañía de danza clásica estadounidense y con la artista italiana Vanessa Beecroft al frente de la dirección artística, Zara ha sorprendido con una colección limitada, destinada a la práctica de la danza clásica o, en su defecto, a vestir a sus clientas con delicadas prendas emulando a las de las bailarinas. Así, las profesionales de la danza se han convertido en las modelos de una campaña caracterizada por su estética de claroscuro e intenso flash sobre las fotografías de grupo, así como por una serie de aparentemente casuales polaroids.

Resulta inevitable pensar en el imaginario de la película protagonizada por Natalie Portman, "Black Swan", dados los intensos maquillajes de ojos efecto ahumado y moños tirantes que completan looks opuestos en intenso color negro o un sutil rosa empolvado. Varios vestidos cortos de tul con efecto tutú acaparan el protagonismo de la propuesta, en la que no faltan bodies transparentes, minivestidos ligeros y asimétricos, tops y shorts texturizados, suéteres de punto, leggings de alpaca o enterizos de tirantes. Sin olvidar un par de balerinas, declinadas en color nude y negro. Una línea completa y de aires refinados que, sin embargo, mantiene un posicionamiento relativamente accesible, con precios entre los 20 y 60 euros.

La marca, que este mismo mes de enero ha iniciado las obras de la ampliación de su nueva sede en Arteixo (A Coruña), que contará con una inversión de 238 millones de euros, es la líder del grupo fundado por Amancio Ortega, teniendo en cuenta su facturación. En el primer semestre del ejercicio en curso, la cadena logró ventas de 8488 millones de euros de los 11 936 millones de euros de ventas registrados en total por el conglomerado. En los primeros 9 meses del año, Inditex elevó sus ventas un 37 % hasta 19 325 millones de euros.

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