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Publicado el
27 jul. 2021
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Wisqa sale al rescate del algodón nativo peruano y pone en vitrina a otras fibras naturales de lujo

Publicado el
27 jul. 2021

Hasta hace unos años, el milenario algodón nativo peruano parecía estar condenado al olvido pese a deslumbrar con sus inusuales colores naturales, como el amarillo, verde, marrón, rosado o lila. Incluso el Estado prohibió su cultivo con una ley en 1940 al considerarlo una amenaza para las otras especies híbridas que no eran tan resistentes a las plagas que atraía. Su cultivo fue prácticamente clandestino durante mucho tiempo en el que se fueron perdiendo algunas de sus tonalidades. 
 

Pashmina tejida en algodón orgánico nativo - Wisqa


Daphne Scapa, fundadora y directora creativa de la firma de moda Wisqa, vio una oportunidad en esta fibra utilizada hace 5000 años en la civilización de Caral, la más antigua de América, la cual recién en 2008 volvió a contar con el respaldo y reconocimiento del Gobierno peruano. Ella quedó encantada con la paleta de colores del algodón nativo, que se caracteriza por sus tonos suaves, por lo que decidió elaborar con él accesorios y prendas.
 
La abogada ambientalista, quien dejó su carrera hace tres años para dedicarse a crear su propio negocio que tiene en la sostenibilidad a uno de sus pilares, siempre tuvo una consciencia ecológica y gran sensibilidad artística, por lo que sus diseños solo se trabajan en fibras naturales peruanas de gran calidad.

“La propiedad de este algodón es que no necesita ningún tinte, viene así por naturaleza. Es muy importante cuando lo ves desde el lado ambiental porque te ahorras todo el proceso de teñido. Por más que el proceso de teñido sea natural hay un consumo de agua”, detalló Scapa a FashionNetwork.com.
 
La emprendedora también resaltó que a los teñidos industriales se le añaden “químicos que terminan en el medio ambiente o en las personas que lo trabajan”. Algo que quiso evitar al máximo con su marca.
 

Una firma de nicho


Body "Nina" elaborado en 100 % baby alpaca - Wisqa


Las delicadas prendas de Wisqa, entre abrigos, suéteres, vestidos, ruanas (ponchos abiertos) y bufandas también emplean algodón orgánico tipo Pima y Tangüis, además de baby alpaca, con teñidos de bajo impacto. Su indumentaria y accesorios se trabajan en un taller industrial y en otro de telar en Lima, y, en contados casos, poseen detalles hechos a mano por artesanas.
 
“Yo quería algo que fuera moda lenta… Fibras de calidad que duraran toda la vida… El diseño tenía que ser atemporal, no tenía que responder a una tendencia impuesta en el momento, sino responder a un gusto”, sostuvo.
 
Para saltar al ruedo, Daphne aprovechó sus habilidades para dibujar los bocetos de su firma y las complementó con clases de patronaje, bordado, tejido y telares decorativos, además de contar con la asesoría de un ingeniero textil que aterrizaba su imaginación con lo que era posible a nivel técnico. 
 
“Compré muchos libros de diseñadores famosos para inspirarme. Pero traté de no ver lo que estaba en temporada, sino que traté de dibujar lo que me nacía. Hay muchos estilos que le gustan a la gente y que son parte del estilo de la marca, como por ejemplo los degradés, los calados y los detalles en la espalda”, apuntó.
 
 

Tocar fondo con la pandemia para renacer


 

Vestido "Thanta" en hilo de algodón Pima orgánico - Wisqa


La firma, que habitualmente lanza dos colecciones al año compuesta por 10 a 12 referencias, ha puesto a prueba su resistencia durante la pandemia. El año pasado, al inicio de la crisis sanitaria, Perú fue uno de los países con los confinamientos más estrictos a nivel mundial, por lo que Wisqa tuvo que suspender su colección de invierno ya que no había trabajadores en los talleres textiles, hubo empleados que se enfermaron en las plantas de algodón y por la cancelación de ferias en Lima, que en esos momentos eran su principal fuente de ingresos. A esto se sumó el cierre definitivo de todas las boutiques en las que había colocado sus productos, incluyendo las de dos hoteles de lujo en la capital.
 
Durante dos meses sus ingresos bajaron a cero porque ya no contaba con canales de venta. “Fue un momento bien doloroso porque sentí que íbamos a fracasar. No solamente era mi ánimo. Todos mis amigos emprendedores estaban con el mismo ánimo… Pero de ahí me dije: ‘si las redes sociales son lo único que tengo, entonces van a tener que funcionar a full’”, recordó emocionada Scapa.
 
Fue allí que comenzó toda una revolución en su negocio. Su principal estrategia en ese periodo fue no endeudarse. En el ámbito digital impulsó la web con pasarela de pagos con la que ya contaba y afianzó su conocimiento para vender en redes sociales. Además, reforzó su reputación digital e incluso ahora comparte videos informativos que hablan sobre las fibras con las que trabaja y otros temas que le preocupan como la contaminación por microplásticos en el textil.
 
“Me empezaron a llegar pedidos por la web, la gente se pasó la voz… Afortunadamente tenemos buena reputación”, afirmó.
 
“Ganamos una mayor visibilidad por redes. Afortunadamente ya no necesito puntos físicos. Tengo un pequeño showroom que se maneja previa cita en Miraflores (un distrito turístico de la capital) donde la gente llega porque quiere tocar las prendas, pero más que nada todas mis ventas son virtuales”, explicó. 
 
Actualmente, Wisqa vende sus productos vía Facebook, Instagram y su web. Asimismo, ya se encuentra en la plataforma Novica, donde los diseños figuran bajo el nombre de la creadora, y está por entrar a Diners Club Mall. Además, también tiene previsto participar en algunas ferias que han vuelto a abrir sus puertas. 
 

Las próximas metas




Vestido "Quiri" hecho en algodón orgánico Tangüis - Wisqa


Sin olvidar la inestabilidad de los tiempos que aún vivimos, Daphne Scapa mira el futuro con optimismo. Ella desea llegar con su firma a mercados internacionales, así como experimentar con las fibras y técnicas peruanas que aún quedan por rescatar.
 
“Quisiera trabajar con más fibras peruanas sostenibles y llevarlas a varios lados. Y hacer diseños que tengan más técnica… Hay todo un lado artesanal que también quisiéramos explorar”, concluyó.
 

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