Un desfile de locura de Gucci cierra las pasarelas de Milán

La Semana de la Moda de Milán ha terminado este domingo con dos grandes citas, los desfiles de las firmas Dolce & Gabbana y Gucci. Esta última fue la encargada de cerrar las festividades al traer a sus invitados a un laboratorio enigmático y aséptico, donde Alessandro Michele, director artístico de la firma, busca fabricar una moda en forma de antídoto a las normas sociales.

La sala, bañada de una luz roja antes del desfile, hacía perder los puntos de referencias de los invitados que buscaban sus ubicaciones. Esto hacía imposible tomar fotos con los teléfonos, insoportablemente inútiles en esos momentos.

Pronto, la decoración se iluminó de una luz blanca y clínica, revelando los primeros modelos inmovilizados en las bandas transportadoras que les hacían recorrer el espacio.

Fueron 60 looks blancos los que evocaron camisas de fuerza y ropa con correas, simbolizando la moda como un poder represivo de la vida, que elimina la autoexpresión.

Un apagón dejó la sala completamente en la oscuridad durante unos momentos y cuando volvió la luz se pudo ver a los modelos vestidos con la nueva colección Gucci primavera – verano 2020, desfilando, literalmente, contra la corriente.
 
Looks de los 70’s para hombres y mujeres: patas de elefantes y grandes cuellos para los trajes, vestidos largos monocromáticos llevados con grandes gafas cuadradas sujetadas con grandes cadenas.

Las siluetas se inspiraban de ropa de trabajo, de accesorios prestados al universo sadomasoquista, corbatas, látigos: como siempre, un terreno de expresión donde todo puede suceder, donde la moda se convierte en un elemento de resistencia.

Lou Doillon, Sienna Miller, Jared Leto e Iggy Pop se encontraban entre los invitados al desfile.