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Rocío ALONSO LOPEZ
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5 jul. 2021
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Pieter Mulier debuta con estilo y energía en Azzedine Alaïa

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
5 jul. 2021

Azzedine Alaïa nunca será un acto fácil de seguir, pero ante una audiencia de élite sentada en sillas de madera plegables, en la calle fuera de la sede histórica de la casa, Pieter Mulier presentó una colección de debut llamativa y escultural, ganándose una merecida ovación.


Maison Alaïa - Foto: FashionNetwork.com


Mulier fue muy respetuoso con el ADN de la marca en todo momento, aunque sin seguirlo servilmente. Jugó con múltiples referencias de Alaïa: crepé elástico, cuero perforado, vestidos de cóctel esculpidos, leggings Amazonia o vestidos en columna con inspiración veneciana; pero les dio a todos su propio toque.
 
Sus vestidos de cóctel ajustados, terminados con gorras a juego, eran sensacionales; mientras que sus trajes de flamenca de lana elástica rematados por debajo de la rodilla con plumas fueron brillantes.

Alaïa nunca diseñó para una violeta marchita o una flor de invernadero, y Mulier tampoco. Como Azzedine, las modelos de Mulier desfilaban como heroínas empoderadas. Desde el cuarteto de bellezas que marchaban por la calle en vestidos semitransparentes que acariciaban el cuerpo, o los chalecos artísticamente construidos que terminaban en capuchas, al estilo Grace-Jones, hasta el atrevido enterizo de denim con cuello de chal y los abrigos de plumas de la gran diosa de la pantalla.

Además, Mulier también mezcló algunos buenos accesorios, desde los gigantes totes de cuero sin curtir con adornos de cuero trenzado, hasta los geniales bolsos de hombro en forma de media luna.


Maison Alaïa - Foto: FashionNetwork.com


Aunque era conocido como un gran amigo de supermodelos como Yasmin Le Bon, Linda Evangelista o Naomi Campbell, quien abrió el show final de Alaïa, la mayoría de los elencos de Azzedine en sus últimos años estaban formados por paisanas desconocidas o mujeres de carácter a las que admiraba.

Mulier, por el contrario, utilizó un elenco costoso y de primera categoría, desde Mica Argañaraz y Rianne Von Rompaey hasta Liya Kebede y Natasha Poly. Claramente, el propietario de la casa, el conglomerado de lujo Richemont y la elegante y serena directora ejecutiva de Alaïa, Myriam Serrano, tienen el presupuesto para respaldar la visión de Mulier.

De manera algo excéntrica, el elenco entró en la pasarela caminando por una acera encadenada durante los primeros 50 metros, antes de girar hacia la pasarela de 100 metros de largo en la rue de Moussy, en el corazón de Le Marais.

Otro defecto fue la iluminación irritante, lo que significó que la mayoría de la audiencia vio a las modelos a contraluz, algo no muy sabio en nuestra era de Instagram. Curiosamente, el mejor director de iluminación de la moda francesa, Thierry Dreyfus, estaba sentado en primera fila, aunque como fan, no como productor del show. Se echaron de menos sus habilidades.


Maison Alaïa - Foto: FashionNetwork.com


Pero estas son pequeñas objeciones sobre una exhibición sumamente hábil de Mulier. El show marcó el debut histórico del diseñador nacido en Bélgica como director creativo de pleno derecho. Con una carrera notable, había sido la mano derecha de Raf Simons en Milán, París y Nueva York en Jil Sander, Christian Dior y Calvin Klein, respectivamente.

No todo lo que hizo cuajó, como el mini vestido de cóctel de crepé con volantes en tonos berenjena que era demasiado cursi, o los pantalones cortos elásticos de motociclista llevados con blusas metálicas, o los zuecos con tachuelas.

Sin embargo, la pregunta no dicha, antes de que apareciera cualquier modelo, era: ¿podría Mulier ser el número uno? Según esta evidencia, debería tener una carrera muy exitosa en la casa, respetando plenamente la obra del fundador.


Maison Alaïa - Foto: FashionNetwork.com


Antes del show, Mulier dejó una carta en el asiento de cada invitado ensalzando a Azzedine: “por tu incomparable adulación de la figura femenina. Eras un escultor, un genio de la mano. Tu moda tenía un corazón y una inteligencia poco común: una combinación de precisión, modernidad y poesía”.

Cuando se le preguntó cómo se sentía después de su debut, Mulier respondió: “Feliz y aliviado. Y muy contento de que todos vieran la carta. Quería subrayar la base del respeto que tengo por esta casa única y por un diseñador único".

Al final, Mulier obtuvo un gran aplauso de una primera fila que incluía a muchos viejos amigos de la casa, desde el gran arquitecto Jean Nouvel hasta Sidney Toledano de LVMH y Pier Paolo Piccioli de Valentino.

“Magnifique! Creo que a Azzedine le habría gustado mucho esta colección. Y a mí también porque sé que con Pieter diseñando Alaïa, el futuro de la casa será brillante”, comentó entusiasmado Christoph Von Weyhe, pareja de toda la vida de Alaïa.

Von Weyhe reveló a FashionNetwork.com que Mulier lo había invitado a visitar y ver el progreso de la colección, aunque objetó. “Le dije a Pieter que quería ver la declaración completa. Y me alegro de haber esperado", expresó Von Weyhe guiñando un ojo.
 

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