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La tecnológica Alta Costura de Iris van Herpen
Un día después de que el Centro Pompidou anunciara sus planes para acoger exhibiciones de moda al interior de su gran museo de arte contemporáneo, fue pedagógico asistir al último desfile de Iris van Herpen, este lunes en Montmartre.
En el cruce donde la moda y las bellas artes se intersectan, van Herpen es la creadora más fértil hoy en día.
Esta temporada ella colaboró con el artista estadounidense Anthony Howe, cuya gigantesca escultura cinética, blanca, circular y poética, Omnivore, giraba en el centro de la pasarela, al interior de la restaurada sala de conciertos Elysée Montmartre.
El final de Van Herpen incluso presentó a una modelo cuyo vestido blanco incluía dos ramas cíclicas giratorias y pétalos que coincidían con el trabajo de Howe.
La modista holandesa tituló la colección Hypnosis, la que según sus palabras hacía referencia a "la visualización hipnótica del tapiz de la naturaleza".
El desfile se trataba de Alta Costura tecnológica, donde van Herpen se unió al profesor Philip Beesley para desarrollar miles de mini ondulaciones cortadas a máquina que se disecaban a través de los vestidos, revelando la piel a medida que los vestidos se ondulaban por la pasarela.
En total, fueron 19 siluetas, cada una de ellas en varias capas de transparencias tan delicadamente tratadas que el acero parecía tan ligero como la organza.
Toda esta colección podría fácilmente encontrar un hogar en un museo de bellas artes. Esperamos que gran parte de ella se pueda llevar puesta. Celine Dion apareció en un vestido de capas con estampados láser de van Herpen para este show. La cantante canadiense nunca ha lucido tan a la moda.
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