Gabriela Hearst recicla telas y cuenta historias

La "it-word" del momento en el mundo de la moda es sostenibilidad, aunque la mayoría de marcas y diseñadores se quedan en gestos vacíos. Este no es el caso de Gabriela Hearst, prácticamente la única diseñadora de entre los 400 que desfilarán durante las cuatro semanas que dura la temporada de pasarelas internacionales, que creció en el campo.

De hecho lo hizo en un rancho de su Uruguay natal, lo que le dio mucha más credibilidad a su último desfile. Este se realizó en un pequeño laberinto de paredes hechas con fardos de papel reciclado que una planta de reciclaje en Brooklyn se encargó de transformar a partir de los desechos de su propia empresa.

Prácticamente todas las propuestas incluían algún componente reciclado, sobre todo los hilos de cachemira reciclados utilizados en dos vestidos de tubo superlativos al final del desfile. Hearst incluso llegó a renovar alfombras turcas para convertirlas en abrigos góticos de estampado paisley.

Pero, a la hora de la verdad, se trata de una colección muy ponible. Hearst superó la prueba con un gran éxito, especialmente con sus grandes trajes pantalón de pana de cachemir, que prometen ser muy influyentes.

Todo ello presentado por el elenco de modelos más inclusivo de Nueva York; desde bellezas negras de pelo afro, diosas de la Amazonia y princesas anglosajonas. Un desfile celebrado en una galería abandonada de West Village, donde en cada asiento los invitados encontraron suaves antifaces de color beige confeccionados con cachemira reciclada y guata suave. Una propuesta de moda lánguida pero asertiva, como la propia Gabriela Hearst.

"La premisa de la colección era idear nuevas técnicas en las que pudiéramos trabajar con residuos que no comprometieran la calidad o los valores estéticos de nuestra empresa", explicaba Hearst en sus notas.

Después del desfile, la diseñadora uruguaya organizó una fiesta para amigos y familiares en el Café Altro Paradiso, fuera del cual se alzaba una nueva estatua de bronce del general José Artigas, el héroe nacional de Uruguay, un gran federalista y partidario de las ideas de Thomas Paine. Las ideas de este filósofo sobre los derechos humanos transnacionales nunca han sido tan necesarias como en la actualidad, y Hearst, aunque fuese a través de la moda, expresó las mismas ideas de la Ilustración y la tolerancia con esta colección.

Puede que se trate solo de ropa, pero en conjunto fue una declaración poderosa y muy relevante

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