Europa, dividida ante el acuerdo comercial UE-Mercosur

El acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur divide a Europa en el primer enfrentamiento político. Los ministros de agricultura de los 28 han sido llamados a pronunciarse sobre el acuerdo en un clima tenso y caracterizado por conflictos entre países y sectores económicos que, además, se han visto afectados por el voto no vinculante del Parlamento irlandés, que rechazó el acuerdo tras una manifestación de ganaderos en Dublín.

“Hoy por hoy, decir sí a Mercosur significa apuntarnos con una pistola en la cabeza”, ha dicho el ministro de agricultura italiano, Gian Marco Centinaio. “No nos beneficiaremos con el acuerdo, no estaremos protegidos y tendremos una invasión de productos a corto, medio y largo plazo; no hay nadie en el mundo agrícola”, ha añadido el ministro, “que me haya dicho que está a favor”. “La posición que he expresado a Salvini, Conte y Di Maio es la oposición del mundo agrícola italiano”, ha dicho el ministro sobre el acuerdo, que algunos ven como positivo. “Veremos quién tiene razón”, ha añadido Centinaio.

Por su parte, el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Phil Hogan, ha hablado de un acuerdo “equilibrado”. Y ha intentado calmar los ánimos citando las cláusulas para proteger a los productos europeos: mil millones de euros de ayuda para los agricultores en caso de crisis; no rebajar los estándares de seguridad alimentaria de la Unión Europea y los compromisos vinculantes sobre la aplicación del acuerdo de París en relación con el clima.

Además, según ha añadido Phil Hogan, pasarán entre dos y tres años hasta que el acuerdo entre en vigor. Actualmente, es difícil fijar una fecha sobre cuándo podría estar activo. Una vez que la fase de control legal del texto se haya completado y traducido a todos los idiomas de la Unión Europea, el procedimiento debería ser como el que se siguió en caso del acuerdo CETA. Los países de la UE deberán decidir si permiten una implementación parcial y provisional del acuerdo y, entonces, el Parlamento Europeo tendrá que decidir.