Un ‘Mad Max’ holográfico en Balmain

Guerreras chic en el Hotel de la Ville, el brillo de modelos en metales holográficos y cegadores plateados marcaron el último desfile de Balmain.

Tras siete años en Balmain, todos ellos mostrando respeto al ADN de la firma, el diseñador Olivier Rousteing miró hacia el futuro con plásticos de alta tecnología y materiales espaciales. Todo fermentado con un toque de locura a lo Tina Turner.

“Siempre he sido un tremendo fan de ‘Mad Max’, así que quería una mujer futurista. Ella es una guerrera, es violenta y no tiene miedo, rompe los límites. ¡Mi mayor lujo en la moda es sentirme libre!”, exclamó Rousteing abrazando a Farida Khelfa y Olga Kurylenko.

Abrió el desfile con pantalones acampanados y un top ceñido, todo bastante clásico salvo porque ambas piezas estaban hechas en poliéster plateado que reflejaba los enormes frescos del techo del Paris City Hall.

Con Kim Wilde de fondo emocionando con su "You keep me hangin’ on", el amplio casting pisó la pasarela vestido con holográficas y psicodélicas americanas combinadas con pantalones negros de PVC o con vestidos de cóctel que brillan a la luz del día. Todas ellas con actitud desafiante y vestidas para salir, ya sea con prendas de color carne, jerséis de gasa semi transparentes o vestidos palabra de honor con el logo de la casa. Nadie parecía ir a algún sitio similar a una oficina.

Rousteing es conocido por su artesanía, sus bordados y sus adornos, pero este desfile fue mucho más allá, pues jugó con nuevos materiales como el PVC. Sin embargo, pese a los brillantes materiales, el diseñador mantuvo su flaca y lineal silueta.

“Ya llevo siete años en Balamin y he pasado por muchas cosas y muchas críticas, algunas de ellas bastante odiosas. Pero hoy me siento en paz, porque Balmain es una marca fuerte con una identidad fuerte. Y me siento orgulloso de lo que hago”, dijo el diseñador, con las emociones a flor de piel y el corazón acelerado.

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