La tonta locura de Salvatore Ferragamo

Por:

Godfrey Deeny

Publicado el
25 sept. 2017

Hay días en los que un crítico de moda debe señalar los males de una colección y presentación. Y en esta ocasión se trata de Salvatore Ferragamo. ¿Es este un desfile de moda, como indicaba la invitación, o más bien el lanzamiento de un perfume?

Presentado bajo de un gigante techo transparente construido en la Piazza della Borsa, el espectáculo atrajo a todos los editores de Milán, así como los conservadores italianos que aprecian la tranquila seguridad que aporta la moda de Ferragamo. Sin embargo, la colección fue un pésimo ejemplo de cómo tirar mucho dinero en un evento puede salir trágicamente mal.

En una colección en la que el diseñador usó todo tipo de caros materiales, desde piel de serpiente teñida hasta grandes lentejuelas, lo esperado hubiera sido un desfile lleno de noble exotismo. En cambio, el resultado fue una mezcolanza de estilos e ideas sin forma alguna. Un par de finos vestidos de terciopelo moiré al final no llegaron a salvar el desfile. Uno se pregunta si hay alguien en la familia Ferragamo que realmente ve lo que otras casas de lujo italianas y francesas están produciendo.

Inmediatamente después de que el espectáculo terminase, comenzó una inmensa proyección de grandes flores flotantes en la fachada de la Borsa, la Bolsa de Valores de Milán, que terminó con el nombre del que se supone que es el nuevo perfume de la marca, Amo Ferragamo (amo a Ferragamo). En el interior, de nuevo una sensación de oportunidad perdida.