La industria textil paga las facturas del lavado de activos en Colombia

Por:

Tamara Gonzalez Litman

Publicado el
14 sept. 2017

La Cámara Colombiana de la Confección y Afines ha afirmado que el cambio de las marquillas en las prendas facilita el lavado de activos. Desde hace más de seis meses múltiples entidades públicas y privadas han advertido que el mayor daño a la industria textil local lo provoca el contrabando. El "remarquillado" imposibilita las tareas de seguimiento a las prendas y dificulta las labores de control. 

El proceso es relativamente simple: los lavadores compran textiles en Asia con dinero proveniente de negocios ilícitos, las prendas ingresan a Colombia como contrabando. La mercancía es entonces comercializada en el país con precios por debajo de la media comercial, lo que garantiza un rápido movimiento y fácil recolección de dinero. Esta cadena ha sido la predilecta de los traficantes durante años, pues no deja rastros de ingreso de divisas provenientes de negocios ilícitos al país. 

Las prendas ingresan con marquillas de fabricación en China o Camboya, que se cambian por destinos menos perseguidos, como vecinos de la región o Colombia. Este proceso despista a las autoridades y hace casi imposible el seguimiento de las prendas. 

Colombia actualmente cuenta con cerca de 1.500 policías al margen de los puertos y zonas francas que no son suficientes para las inspecciones. Anualmente ingresan más de 5 billones de pesos en contrabando al país, según informó Jorge Duque de la Cámara Colombiana de la Confección. 

El "remarquillado" pasa la factura a la industria textil. Ni los aranceles, ni los nuevos decretos lograrán frenar estas prácticas. Según informa el directivo la solución yace en un incremento de los controles en origen, en los puertos, talleres y complejos comerciales en el centro de las ciudades.