La Cuba Fashion Week, lejos de la suntuosidad de las casa de lujo

Los primeros desfiles de la tercera edición de la Semana de la moda de La Habana arrancaron con diseños modestos con aires de simplicidad, lejos del brillo de los grandes creadores de Nueva York, Milán o París.

"Somos un país bajo embargo (estadounidense), Tenemos problemas para importar telas y otras cosas, por lo que hacemos colecciones con lo que encontramos", dice Jesús Carmona, diseñador de 50 años de edad, miembro del comité organizador.

Desde el miércoles 25 por la tarde hasta el domingo 29, 46 desfiles han revelado en las pasarelas el resultado del trabajo de pequeños diseñadores privados, de indumentaria (para adultos y niños), joyería y marroquinería, bajo el patrocinio de la UNESCO y la Asociación cubana de artistas artesanos (ACAA).

Unos 400 invitados han llenado cada noche llenan un antiguo almacén de madera y tabaco recientemente transformado en cervecería que bordea la bahía de La Habana. El lugar es famoso porque fue sede de una reunión en marzo de 2016 entre el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y un grupo de pequeños empresarios privados.

Las colecciones presentadas no tienen ni el glamour ni el vanguardismo de la presentación histórica de la colección Crucero de Chanel en mayo de 2016 en La Habana. Aquí, el universo elegido es el cotidiano.

"Es prêt-à-porter, ropa asequible que se puede usar todos los días, en la noche, para tomar cócteles o incluso para trabajar", dice Jesús Carmona.

Sin embargo, este año se les pidió a los 71 diseñadores que trabajaran en torno al tema "Artesanía e identidad" y que adoptaran los colores, la amplitud y la sensualidad de la ropa de los antepasados africanos, así como la ciencia del tejido español. "Es un concentrado de las tradiciones cubanas", resume Jesús Carmona.

La moda cubana, que experimentó un pequeño boom en la década de 1980, se hundió con la crisis de la caída del bloque soviético en la década siguiente, antes de renacer gradualmente en los últimos años gracias a la apertura de Cuba al pequeño emprendimiento privado.