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El paraíso invernal de Jean Paul Gaultier
“¡Es un cuento invernal!”, exclamó Jean Paul Gaultier tras llevar a la audiencia a un tour de muchas estaciones de esquí, con algunas extrañas excursiones a Rajasthan y México.
Nunca antes la celebración tras un día en las pistas había tenido tanto estilo. La jornada empezó con una serie de trajes príncipe de Gales en gris piedra, con minichaquetas dobles de corte espectacular, culottes largos y abrigos a juego de grandes hombros; seguidos por blazers con mucha clase que se convertían en abrigos de piel a la cintura.
Para un estilo más seductor, los pantalones de esquí ajustados complementados por una camisa atada a la cintura con mangas anchas en seda que parecían cristales de nieve. Disfrutar una cena de raclette et fondue à la Savoyarde en un acogedor chalet para luego probarse el cárdigan en lana alpina con puños en piel y bailar después en una popular disco en Klosters, nada mejor que el mini sweater de coctel en Arán. La organización de las secciones estuvo dividida con nombres como Aspen o Meribel.
El desfile tuvo lugar en una pista de nieve falsa, ante fotos gigantes de los puntos más famosos de París cubiertos de nieve, como la Place de la Concorde toda de blanco, dentro de la sede del diseñador en el distrito 3 cerca de la siempre animada rue St Denis.
Jean-Paul sigue siendo un maestro del efecto especial de la moda. El desfile terminó con un par de maravillosos vestidos de terciopelo en una imagen de un París de terciopelo cubierto de nieve con carámbanos de tela que caía sobre la ciudad. El gran final incluyó un extraordinario abrigo de piel de color plateado acabado con imágenes de dioses, flores de pradera y grafitis de París.
Gaultier siempre tendrá un lugar especial en los corazones franceses. Esto quedó claro en el backstage, donde le llovieron cumplidos de Carla Bruni, Amanda Lear, Farida Khelfa y Catherine Deneuve.
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